Después de cerrar mi pequeña tienda de bisutería con toda la desilusión que supone despedirse de un proyecto propio y ante un panorama difícil con muchos factores en contra (mujer, edad, falta de titulación…) formamos junto con cuatro mujeres artesanas, un grupo para transformar y comercializar ropa de segunda mano .
Por diversas circunstancias, y Covid mediante, se disuelve el colectivo y con la creatividad e ilusión intactas, me decido a seguir adelante retomando mi actividad inicial : la bisutería, y debido al contacto con el mundo textil que tuve como costurera, nace mi pasión por el fieltro, con el que elaboro mis piezas.